La prosa me está corrompiendo. Trás decir ésto desapareció con un chasquido. Como final, no era muy impresionante. Porque no era, en absoluto, un final. Espero. Ni tan siquiera un descanso. Sólo un grito de súplica. Llega un momento en el que los modos de vida se gastan y se vuelven deprimentes. Y me tengo que conformar con no conformarme con ello, no queda más. Todo tiene un límite. Pero es sólo para que podamos tocar fondo.
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