Podría pasar horas así. Mirando nubes grisáceas sobre fondo azul. Sintiendo la vibración del subwoofer. Como aquella mañana. Había vuelto a saltarme la clase de ''mentir provechosamente''. No la necesitaba. Pero el profesor nunca me hubiera creido. Supongo que te sientes demasiado extraño cuando has conseguido mentir lo suficiente como para que los demás confíen en ti más que tú mismo. Lo suficientemente bien. Al fin y al cabo las palabras se inventaron para mentir. El verdadero reto está en decir la verdad. Y mentir con los ojos.
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